La sala de prensa de la web de Correos ha hecho pública la noticia de que “CORREOS gana el “World Mail Award 2015” a la mejor iniciativa de RSC del sector postal mundial por su calculadora de huella ambiental”.
En primer lugar, como no, nuestra felicitación a Correos por el reconocimiento internacional a su labor. Pero a continuación “un capón en toda la cresta” por la manera en que lo hace público, porque esta noticia de Correos es un excelente ejemplo de greenwashing.
Tanto el titular como algunas de las afirmaciones que se hacen en la noticia y en la web corporativa de la empresa son manifiestamente incorrectas y, en consecuencia, le restan credibilidad al trabajo de Correos, lo que es una pena. Veamos por qué.
Para empezar, si profundizas en la información de la web te darás cuenta de que Correos no ha puesto a punto una calculadora de huella ambiental, sino sólo una calculadora de la Huella de Carbono de algunos de sus servicios, que no es lo mismo. Más bien son cosas muy diferentes.
La Huella de Carbono sólo evalúa la repercusión de una actividad humana sobre el cambio climático. La Huella Ambiental, según el criterio que ha establecido la Unión Europea, es una medida multicriterio del comportamiento ambiental de un bien o servicio a lo largo de su ciclo de vida; esto implica estudiar varias categorías de impacto ambiental (16 se contemplan en la metodología ILCD de la UE) y no sólo la Huella de Carbono.
Pero la cosa no se queda en el titular. En la primera entradilla ni más ni menos que se afirma que “Con el desarrollo de esta calculadora, CORREOS es capaz de medir las cargas ambientales asociadas a un producto durante todo su ciclo de vida, compensarlas y convertirlo así en un “envío neutro en carbono”. Esta afirmación es manifiestamente contradictoria. Medir la Huella de Carbono no es medir las cargas ambientales, aunque se haga a lo largo de todo el ciclo de vida del producto; es medir sólo el impacto ambiental sobre el cambio climático.
La desinformación continúa cuando dice “CORREOS ha diseñado y desarrollado una calculadora de emisiones a partir del Análisis del Ciclo de Vida de los productos postales, que se ha realizado aplicando la norma internacional que sirve como referencia para evaluar el impacto medioambiental de los productos postales y en cuya elaboración CORREOS también participó junto a otros operadores internacionales”. Correos se está refiriendo a la Regla de Categoría de Producto de Environdec para preparar Declaraciones Ambientales de Producto (DAP) de Servicios Postales. Y una DAP sí que sirve para medir la huella ambiental.
En consecuencia, lo que muchos lectores de la noticia pueden entender es que Correos ha calculado la HC de sus productos postales. Sin embargo, si se visita la web de Correos no se encuentra la citada calculadora por ninguna parte y si se consulta el único Informe de verificación emisiones 2013 de Correos disponible (firmado en julio de 2014), se comprueba que lo único que Correos ha verificado es el cálculo de la Huella de Carbono de Organización, para los Alcances 1,2 y 3, para cuyo cálculo se ha empleado como referencia la norma ISO 14064-1:2012 Gases de efecto invernadero. Y además, como es habitual, para un Alcance 3 limitado. Muy limitado habría que decir, porque sólo considera las emisiones de:
- Las empresas subcontratadas para el transporte de mercancía por carretera o avión.
- Los viajes por motivos laborales realizados en avión y tren.
- Los desplazamientos al centro de trabajo.
Expresamente se dice que se han excluido las emisiones generadas por:
- El transporte marítimos subcontratado.
- Los servicios de procesamiento de datos.
- El consumo de papel y otros suministros.
- La gestión de residuos.
Si tenemos en cuenta las 4 exclusiones reconocidas y que el GHG Protocol contempla 15 categorías básicas del Alcance 3 a estudiar, el contenido del Alcance 3 considerado por Correos se empequeñece hasta proporciones liliputienses.
Pero lo más preocupante es que lo que Correos ha verificado es una Huella de Carbono de Organización incompleta. Por ningún lado se encuentra verificación alguna del cálculo de la Huella de Carbono de Producto (HCP) para sus servicios, que debe hacerse según la norma ISO 14067:2013. Y es imposible deducir una Huella de Carbono de Producto a partir de los datos de una Huella de Carbono de Organización tan incompleta.
En definitiva, dando por buena la noticia de que la calculadora de emisiones de GEI de los productos postales existe, lo cierto es que, en este momento, Correos no tiene a disposición de sus clientes una herramienta de cálculo de la Huella de Carbono (HC) de sus productos que cuente con una verificación independiente que le de credibilidad. Y vista la escasa credibilidad de su información corporativa no es extraño que a los clientes les asalten dudas sobre la fiabilidad de la HC de sus productos, que además ha de servir para que los clientes sensibilizados con estos temas paguen algo más para que sus envíos sean neutros en carbono.
Pudiera pensarse que estas lagunas se deben a la complejidad de los productos postales de Correos y al hecho de ser la primicia mundial que el triunfalismo de la noticia sugiere:
- “La iniciativa que ha sido reconocida como la mejor del sector postal mundial en el ámbito de la RSC corrobora el compromiso de CORREOS con la protección del medioambiente y representa un hito en la estrategia que viene desarrollando la Compañía para incorporar la sostenibilidad como uno de sus valores diferenciales”.
- “La calculadora de huella ambiental de CORREOS ha conseguido el premio en la categoría de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) de los “World Mail Awards”, considerados los “Óscar” del sector postal internacional”.
Sin embargo, el Servicio de Correos Alemán (Deutsche Post) y el Grupo DHL permiten a sus clientes el cálculo de la HC de sus envíos y la realización de envíos neutros en carbono. Y empezaron a hacerlo en el año 2010.
Además, estos servicios del Deutsche Post y del Grupo DHL cuentan con herramientas de cálculo verificadas por tercera parte independiente, frente al estándar para producto de GHG Protocol. Es decir, estas herramientas de cálculo cuentan con las garantías necesarias.
Y no es la excepción. UPS también permite la realización de envíos postales neutros en carbono.
Ante estos datos, lamentablemente, la primicia mundial parece no ser tan primicia y el triunfalismo de la noticia de Correos se desvanece como el humo.
Para terminar de redondear la faena, en las noticias de Correos se puede leer también:
- “De este modo, CORREOS ha llevado a cabo las primeras campañas de Marketing Directo neutras en C02 desarrolladas en España, como la que realizó en 2014 para dar a conocer la celebración del Congreso Nacional de Medioambiente (CONAMA)”.
- Correos en su compromiso con la excelencia y la sostenibilidad ambiental patrocina CONAMA 2014 que promueve este año una “Economía baja en Carbono”. Correos se suma a este reto creando para este evento la primera campaña de marketing directo “CO2 neutral” en el que se integra el envío de los folletos y los programas de CONAMA a los profesionales invitados compensando las 2,8 toneladas de CO2 generadas en los procesos de distribución de dichos envíos.
- Correos adquiere créditos de carbono en el mercado voluntario para compensar parte de las emisiones asociadas a algunas de sus actividades y a la distribución de sus envíos, haciéndolos neutros en carbono (Carbon Neutral). De entre los proyectos de compensación disponibles, Correos ha elegido uno asociado al cambio de combustible de una empresa cerámica artesanal en Brasil para así promover la sostenibilidad de sus actividades(Ver detalles del proyecto). Proyecto compensación emisiones Correos.
Puede que el lector no avezado se sienta impresionado por la hazaña realizada por Correos en el CONAMA y por las anunciadas adquisiciones de créditos de carbono en el mercado voluntario. Pero las cosas cambian si se entra en la información. Allí puede verse que, aparentemente Correos sólo ha comprado 2,8 toneladas de CO2.
Si tenemos en cuenta que es fácil encontrar derechos para compensar las emisiones de GEI con un precio entre 1 y 20 € la tonelada, resulta que en el mejor de los casos el coste de la hazaña descrita puede estar entre 2 y 60 €, en orden de magnitud. Parco y escaso compromiso con la excelencia y la sostenibilidad ambiental cabe deducir de estas cifras.
Por todo ello no queda más remedio que mandar a los encargados de marketing e información corporativa de Correos al Purgatorio, para someterse a un tratamiento de purificación y expiación de sus pecados ambientales, ejemplo palmario del greenwashing que todo el mundo debe evitar.
Si estos temas te interesan y te apetece aprenderlos a fondo, te sugerimos darte una vuelta por la oferta formativa del Instituto Superior de Medio Ambiente, donde puedes encontrar cursos on line sobre Huella de Carbono y otras materias relacionadas.