Para poder comenzar la construcción de la sede de los Juegos de Londres 2012 era necesario demoler más de 215 edificios, así como una serie de muros, puentes y carreteras. Además había suelos altamente contaminados que tuvieron que ser remediados.
Las 246 hectáreas (el tamaño de Hide Park de Londres) que abarcan todos los edificios e infraestructuras es la obra de construcción más grande, en términos de superficie, que ha habido en el Reino Unido. Durante la construcción intervinieron más de 20 contratistas de primer nivel y cientos de subcontratistas; y todos producían residuos en cantidades significativas.
La gran cantidad de residuos generados hacía importante limitar el impacto social y ambiental de su transporte en los municipios vecinos. Y además la Olympic Delivery Authority (ODA) había establecido objetivos ambiciosos para conseguir una gestión sostenible y eficiente de los residuos, que eran aplicables a las fases de demolición, diseño y construcción.
A la luz de estos desafíos, se estableció un proceso centralizado de gestión de residuos (en forma de un Centro de Consolidación de Residuos) creando una infraestructura temporal para poder hacer una gestión de los residuos de la construcción en el emplazamiento.
La gestión de residuos durante la construcción de la Ciudad y el Parque Olímpicos.
En materia de residuos la Olympic Delivery Authority (ODA) se planteó unos objetivos ambiciosos:
- Más del 90% de los residuos (en peso) generados en las fases de construcción y demolición de las obras debía ser reutilizado o reciclado:
− Durante la demolición se ha conseguido que el 98,5% de los residuos se haya reutilizado o reciclado (el 95% en el propio emplazamiento). Con ello se ha evitado: que 425.000 toneladas de residuos fueran a vertedero; y más de 20.000 movimientos de camiones, con lo que se han reducido apreciablemente los movimientos de tráfico en las carreteras locales y las emisiones de CO2 asociadas.
− Se han reutilizado 1,8 millones de m3 de tierras (el 80% de los suelos excavados) en el propio emplazamiento.
− Se han descontaminado y reutilizado 800.000 m3 de suelos contaminados, que era el legado tras 200 años de actividad industrial y vertidos inadecuados.
− Se han reutilizado 300.000 m3 de tierras inertes, extraídas de la excavación de túneles.
− Durante la construcción, el movimiento de vehículos fuera del emplazamiento se ha reducido en aproximadamente un 90%, mediante: la consolidación, compactación y carga de residuos en el Centro de Consolidación de Residuos; la trituración y la reutilización del hormigón en el sitio y usando gabarras para eliminar flujos seleccionados de residuos.
− el traslado de residuos fuera del emplazamiento;
− y la aportación de materias primas o áridos secundarios
- En el diseño de los nuevos edificios e infraestructuras:
− Debían hacerse planteamientos austeros que minimizaran la generación de residuos.
− Usar al menos el 20% de los materiales reutilizados o reciclados, en valor. Se ha conseguido que sea el 34%.
− Se debía usar al menos el 25% de áridos reciclados, en peso, para los edificios permanentes y las infraestructuras asociadas. Se ha conseguido que sea el 42%.
− En todos los elementos del Parque se debían tomar las precauciones necesarias para optimizar la generación y gestión de residuos, tanto en los elementos permanentes como en los temporales (los que se desmontarán al finalizar los Juegos).
− Para minimizar la generación de residuos durante la conversión de elementos a su estado definitivo al acabar los Juegos, todas las sedes temporales y las infraestructuras se debían diseñar pensando en su reutilización y reciclaje.
− Al menos el 90% en peso de los materiales empleados en la construcción debía poder ser reutilizado, reciclado o recuperado. En la práctica se ha alcanzado el 99%.
− Los residuos de la construcción debían ser gestionados bajo los criterios de proximidad y clasificación en la fuente.
La Olympic Delivery Authority (ODA) y los equipos de proyecto han logrado importantes avances para “cerrar el ciclo de los materiales” entre los materiales resultantes de la demolición de los edificios existentes y la construcción de las infraestructuras y los nuevos edificios. Los ahorros más significativos de residuos se han conseguido mediante el uso de material de demolición como áridos en el emplazamiento. Esto ha evitado la necesidad de incorporar alrededor de 20.000 toneladas de materiales nuevos.
Los estándares de gestión sostenible de residuos empleados en el Parque Olímpico han conseguido superar las mejores prácticas adoptadas en la terminal 5 del aeropuerto de Heathrow.
Los factores clave en el éxito de la estrategia de residuos han sido:
- Definir pronto cómo abordar la gestión de residuos en el ciclo de vida de todo el proyecto.
- Incorporar objetivos en materia de residuos en los informes, en los pliegos de condiciones para la contratación y en los contratos.
- Desarrollar planes de gestión de residuos para todo el Parque y guías para su aplicación.
- Establecer procesos para satisfacer los requisitos legales y demostrar el grado de cumplimiento de los objetivos establecidos.
- Disponer los medios necesarios para que se puedan mejorar las prácticas estándar en todo el Parque.
Las lecciones aprendidas y las recomendaciones para futuros proyectos y programas incluyen la necesidad de establecer como objetivo y aplicar los niveles más exigentes de la jerarquía de residuos: primero minimización, luego reutilización, después reciclado y finalmente recuperación.
En el Parque el énfasis se puso principalmente en la minimización mediante el diseño, y en el reciclaje. Desde el principio deben establecerse procesos para supervisar e informar regularmente de los resultados en materia de residuos, para que el rendimiento obtenido pueda ser analizado, comparado y mejorado.
Como en otras materias, el diseño aplicado en el Parque y la Villa Olímpicos, en materia de residuos, se ha hecho pensando en los Juegos y en el uso posterior, tras su finalización, para un horizonte de vida útil de 25 años.
La gestión de residuos durante los Juegos.
El London Organising Committee of the Olympic and Paralympic Games (LOCOG) se planteó como objetivo conseguir que el 100% de los residuos generados en los Juegos no vaya a parar a los vertederos, con al menos el 70% siendo reutilizado, reciclado o compostado. Como puedes imaginar el desafío era importante, pues sólo en los tres primeros días acudieron a los Juegos 2,1 millones de espectadores.
Como no podía ser de otra manera, el objetivo de cero residuos era para los «lugares cerrados,» dejando de lado las áreas como los circuitos abiertos de ciclismo, donde cualquier persona es libre de ir a ver la competición.
Uno de los objetivos es conseguir que los ciudadanos de Londres adopten conductas más sostenibles tras la experiencia de los Juegos de 2012.
Para recoger el plástico se repartieron 260 contenedores por todo el Parque Olímpico, contribuyendo a concienciar a los visitantes de la importancia del reciclado. Esto tiene su importancia, sobre todo si se tiene en cuenta que en Londres se producen diariamente más de 11.000 toneladas de residuos, que se dispararán a cifras record con la gran afluencia de visitantes a los Juegos.
La mayor parte de los residuos generados durante los Juegos son alimentos y envases de alimentos, y la mayor parte la generan los espectadores. Aunque los tipos de residuos difieren de un evento a otro, algunos factores claves siguen siendo los mismos: control y comunicación.
Para los Juegos Olímpicos, esto significó controlar qué materiales se empleaban y qué envases y elementos se utilizaban.
En relación con los envases que puede llevar los espectadores, hay también consideraciones de seguridad, por lo que sólo se permitieron líquidos en recipientes de hasta 100 ml, evitando cualquier envase de plástico, aluminio o vidrio de tamaño normal.
Para controlar qué residuos se producían en los recintos de los juegos, el Comité Organizador de Londres 2012 trabajó con todas las empresas de catering para asegurarse de que utilizaban el mismo proveedor para los materiales compostables. De esa manera todos los platos, tazas, cubiertos y embalaje podían ser compostados, ya que todos tenían el mismo origen y que todos ellos cumplían las mismas normas.
Las bebidas, principalmente, sólo se vendían en plástico PET, que se reciclaría a PET de tipo alimentario.
Para facilitar la tarea de reciclado a los espectadores, todos los materiales compostables tenían marcas de color naranja, coincidiendo con el color de los recipientes y bolsas destinados a recoger los envases compostables. Los materiales reciclables se recogían en bolsas y contenedores verdes.
Los voluntarios que participaron en los Juegos también ayudaban a las personas a ordenar correctamente los residuos. A pesar de todo, podía haber residuos que terminaban en el lugar equivocado, por lo que además se hacía una clasificación posterior más detallada en el centro de recuperación de materiales en East London, donde se enviaban todos los residuos de los Juegos.
Además de los desperdicios generados por los espectadores, había cartón, hojalata, vidrio y otros materiales de embalaje generados en la trastienda de las operaciones.
WRAP (Waste and Resources Action Programme), una organización sin ánimo de lucro que trabaja con empresas y comunidades en el Reino Unido para reducir los residuos y aumentar el reciclaje, ayudó a crear el sistema de codificación de colores para los Juegos Olímpicos y ahora está estudiando cómo aplicar esa codificación a los espacios públicos.
Ha sido el tratamiento más detallado y exhaustivo que se ha aplicado, en materia de residuos, en unos Juegos Olímpicos», del que se podrán obtener consecuencias interesantes para el futuro.
Fuentes de información:
– The Olympic Park Waste Strategy: Development and Implementation
– Learning Legacy. London 2012. Construction waste management on the Olympic Park
– Demolition Waste Management on the Olympic Park
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